«-Puedo darte lo que quieras», dijo el hada. Riqueza, poder y cetro, fama, una vida larga y feliz. Escoger.
«No quiero riqueza ni fama, poder ni cetros», respondió la hechicera. Quiero un caballo tan negro e imposible de conseguir como el viento de la noche. Quiero una espada ligera y afilada como los rayos de la luna. Deseo cruzar el planeta en la noche oscura con mi caballo negro, deseo romper las fuerzas del Mal y la Oscuridad con mi espada de luz. Es lo que quiero.
«Te daré un caballo que será más negro que la noche y más ligero que el viento de la noche», prometió el hada. Te daré una espada que será más brillante y afilada que los rayos de la luna. Pero no es poco lo que pides, hechicera, tendrás que pagarme caro.
-¿Con que? No tengo nada en absoluto.
-Con tu sangre. «
Flourens Delannoy, Cuentos y leyendas